viernes, 20 de febrero de 2009

Si ésto es arte... 2

 Al parecer, en este fragmento de El jardín de las delicias, un señor que ha nacido en una mina de carbón, un negraco de verdad, de los que tienen negra hasta la palmas de las manos, ha llegado nuevo a este maravilloso emplazamiento. 
 El señor blanco, gran conocedor de estos páramos, le está enseñando al Dark Man la locura de lugar en el que se encuentra. Como podemos observar, el hermafrodita blanco, entiendo yo así esto ya que no tiene ni pene ni pechos, le prepara para las más absolutas perversiones, que, sin duda, se encontrará en este trastornado, y a la vez terrorífico, territorio lleno de depravados y enajenados individuos que se divierten haciendo cosas como insertarse flores por el recto (ojete) o inflar una manzana para luego vivir flotando encima del agua.
 Como podréis observar, hay u señor detrás, que ya se sabe toda la historia que le cuentan a Míster Negro y no hace otra cosa que repetirlo por detrás, ya sea para joder o para autorecordar toda la paranoia en la que está inmerso.
 Además, en el grupito que escucha las indicaciones del primero, podemos ver como un amable y simpático señor (que luego igual es de los que mete flores por el ojete a los otros) le obsequia con una bolsa más fea que las cortinas de Willy Wonka
 Finalmente, también hay que percatarse de l cosa que esconde el señor tizón.

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