viernes, 20 de febrero de 2009

Cosas de la edad

¿A que no sabéis de que me he dado cuenta hoy? Pues está claro que no, así que os lo voy a contar:
Pues señoras y señores, me he percatado de que mi padre se está haciendo VIEJO. Si si, viejo, ese simpático personaje que se mueve despacio, cruza la calle en diagonal, y que cuando te acercas a hablarle ves que no es tan simpático, aunque mi padre no ha llegado aun a esa fase, empieza a mostrar los primeros síntomas, a saber:

  • Se ha comprado una caja de herramientas, según el, para hacer una mesa. Esto puede parecer incluso lógico, pero si tenemos en cuenta que en mi casa sobran las mesas, y que ahora el garaje está lleno de serrín y de maderas a medio cortar, podemos deducir que le ha dado por construir cosas totalmente inútiles, y todos sabemos que si hay algo que hace feliz a un viejo es una cosa que no haga feliz a nadie mas por el simple hecho de ser algo inútil.
  • Se despierta temprano incluso cuando puede dormir hasta tarde. Esto es un rasgo característico de las personas mayores, que se despiertan temprano "para aprovechar el día" (lo pongo entrecomillado por que para las personas mayores, aprovechar el día es sentarse a escuchar la radio con la mirada perdida en el horizonte, aunque mi padre no se pone la radio, se pone el canal de historia y se queda dormido).
  • Ha desarrollado ese sexto sentido que tienen los viejos, que consiste en que si tu cambias de canal mientras ellos están dormidos, da igual que sistema uses para hacer el cambio lo mas imperceptible posible, que se va a despertar y te dirá -¿Por que cambias, que lo estaba viendo?-.
  • Durante sus viajes oníricos al atardecer (sus siestas), se dan las situaciones que yo llamo La pose del muerto, que consiste en que se despierta unos segundos, sin mover ninguna otra parte del cuerpo que no sea los ojos, y fija la mirada en el techo sin parpadear, cosa que hace que parezca un cadáver, aunque acto seguido se vuelve a dormir.
  • Se pone a hablar con la gente por que si, o sea, que estamos comprado el pan y le dice al que tiene a su lado -¿Hace frió eh?-, y si el otro no es listo y le dice algo así como -Si, casi tanto como ayer-, entonces empezará una conversación que no tendrá fin hasta que nos toque el turno.
  • La mayoría de sus frases empiezan con un -Yo me acuerdo que...-, seguido de una nostálgica descripción de como eran las cosas cuando el era joven.

Ahora, si detectáis estos síntomas en alguno de vuestros padres, sabed que os esperan tardes y mas tardes de oír taladradoras en el garaje y de lecciones de historia gratuitas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

i si notas estos síntomas en tu mujer de 35 años...k significa?:S

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