martes, 17 de marzo de 2009

Reglas invariables

 Hay una serie de normas o reglas que no se pueden cambiar y que componen nuestra vida. 
 Acciones fáciles y sencillas que se convierten en torturas o solamente tocan un poquito los que vienen a ser los huevos.
 Ahí van unos cuantos ejemplos:

 - Cuando estás en la cama no intentes calentarte el pie frío con el que está más caliente, (todos sabéis normalmente sólo tenemos un pie helado cuando nos incorporamos al lecho). Lo único que se consigue con esto es enfriar los dos y al final, la incomodidad que supone ésto hace que tengas que encender la luz, medio despejarte, abrir el cajón y coger unos calcetines que te cuesta ponerte por el sueño que tienes.

 - Meterse con los pantalones largos del pijama es una tontería. Todo el mundo sabe que cuando estás metido dentro siempre se te sube una pernera la cual es imposible de bajar ya que si te la intentas colocar con el pie de la otra pierna lo único que consigues es subir la que estaba cubierta y no siempre tienes la garantía de que la primera también se tape.

 - No evites comprarte una enciclopedia de las que te ofrecen por teléfono. Hazlo lo antes posible, todos hemos comprado una, todo el mundo tiene esa maldita enciclopedia Salvat, Espassa o Larousse, sí sí, la que Jordi Hurtado en Saber y Ganar, el concurso con las preguntas más difíciles que el copón y que siempre, y repito siempre, ganan los feos.

 - No te molestes en doblar y guardar ordenadamente los cables en un cajón porque cuando lo cierras y lo vuelves a abrir están todos liados. es increíble, parece magia. Metes, cierras, abres (estoy hablando de los cables) y ¡Ras! ahí están todos ''enrevoltijaos''. 

 Quizás no es científico, de acuerdo, pero, no me digáis que no tenéis una enciclopedia.

1 comentario:

Pablo dijo...

¡¡Dios mío!! Tengo un problemón... (bueno, en realidad unos cuantos): ¡¡no tengo enciclopedia!!

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