domingo, 12 de abril de 2009

El extranjero, ese gran desconocido

Pues con el motivo de que es semana santa, y debido a que a la gente le da por ser católica en otros sitios del mundo, voy a escribir sobre ese ser que se dedica a viajar como actividad primordial: el extranjero.

Alejándome de hacer la gracia del típico "guiri" con sandalias y calcetines, camiseta de tirantes, gorra calada hasta las cejas y un insano tono de piel rosáceo por todo el cuerpo (así vemos a los turistas los mallorquines), voy a describir como serian algunas situaciones que a primera vista serian de lo mas normal, pero que se vuelven del revés si añadimos a un extranjero, sea de donde sea.
  • Situación : Un español se encuentra a otro que no conoce:
    - Hola, buenos días ¿que tal está usted?
    -Pse, tirando ¿y usted?
    -Igual
    -¿Y de donde es usted?
    -De Cuenca
    -Yo de Sevilla
    (y un rato mas tarde se despiden y santas pascuas)

    ·Veamos lo que pasa si un español se encuentra a un extranjero mientras anda de viaje:

    -Hello, ¿how are you? (Hola, ¿como está?)
    -Well, thanks (Bien, gracias)
    -¿Where are you from? (¿De donde es usted?)
    -I am from Spain (De España)
    -!Oooh Spain, tourtilla, flamencou, pailla, coridas, OLÉ OLÉ¡ (y demás cosas típicas del terruño, mientras hace ademán de bailar flamenco)

  • Situación: Un español pregunta una dirección a otro español:
    -Disculpe, ¿sabe donde esta la calle X?
    -Si, mire, coja esta calle, vaya hacia la izquierda y cuando vea la rotonda ya habrá llegado
    -Vale, muchas gracias

    ·Veamos lo que pasa si es el extranjero el que pregunta al español:

    -Sorry, ¿can you tell me where is the X street? (Perdone, ¿me puede decir donde esa la calle X?)
    -Yes, follow that street, turn left, and if you see the roundabout you'll be there (Si, siga esta calle, gire a la izquierda, y si ve la rotonda ya habrá llegado)
    (Acto seguido, el extranjero pedirá un numero ilimitado de veces que repita la dirección, por muy bien que se lo expliques, hasta que se lo acabas haciendo por signos, y justo cuando parece que lo ha entendido girará hacia donde no es)

Esto son solo unos ejemplos de la idiosincracia de esos entrañables personajes, pero no os vayáis a creer que los españoles somos mejores, ni mucho menos, por que si te vas a otro país, por mucho que te duela, el extranjero serás TU, y como tal intentarás aprovecharte de la situación, haciendo cosas como:

  • Insultar a la gente que no te entiende (no es recomendable, ya que se sabe que lo primero que se aprende de una lengua son los insultos)
  • Ponerte ciego a todo como si no hubiera mañana (¿que mas da que las leyes sean las mismas aquí que allí?¡Somos turistas cojones, tenemos inmunidad diplomática!)
  • Gritar en la calle con tus amigos (aunque la gente que te rodea no te entienda, el ridículo es el mismo, y la prueba está en que cuando ves a un borracho español gritándole a los coches, por muy difíciles que sean de descifrar sus palabras, el ridículo está ahí)
  • Hacer el payaso con los monumentos del lugar (irse a reír de los guardianes en el palacio de Buckingham o hacer como que se te cae encima la torre de Pisa vendría a ser lo mismo que ir a cabalgar sobre los lomos de los leones de la puerta del congreso, o sea, una gilipollez)

2 comentarios:

Pablo dijo...

Tenéis razón en todo macho. Ahora que lo pienso, cuando me voy de viaje (por ejemplo, a Andorra) insulto a la gente, me pongo ciego de todo, grito en la calle con mis amigos y hago el payaso con los monumentos del lugar... pero eso también lo hago aquí, en mi pueblo.

Pol dijo...

Dios, no puedo sentirme más identificado

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